En cunetas húmedas o entre pastos altos, aparece una hoja alargada de bordes suaves, algo rojiza a veces, con un sabor que recuerda al limón. La lengua de vaca —también conocida como acedera o Rumex acetosa— es uno de esos yuyos silvestres que sorprenden: no solo se puede comer, sino que alimenta, refresca y aporta vitalidad.
En esta nota te contamos para qué sirve la lengua de vaca, cómo reconocerla, qué propiedades tiene y cómo podés incorporarla en tu cocina diaria.
¿Para qué sirve la lengua de vaca?
La lengua de vaca es una planta silvestre comestible y nutritiva que se puede usar como verdura de hoja o como especia fresca. Su sabor ácido y refrescante la vuelve ideal para sumar a ensaladas, sopas, rellenos y hasta bebidas.Gracias a su alto contenido de vitamina C, fibra, minerales y antioxidantes, se la considera una planta que: Estimula las defensas naturales del cuerpo. Mejora la salud de la piel. Aporta minerales esenciales para la vitalidad cotidiana.
Características de la planta
La lengua de vaca puede alcanzar unos 50 cm de altura. Sus hojas son grandes, de forma lanceolada, a veces con manchas rojizas. Forma una inflorescencia tipo panoja y tiene semillas diminutas.
Es común encontrarla desde la primavera hasta el otoño, en suelos fértiles y húmedos: bordes de caminos, cunetas, zonas suburbanas o de cultivo. Le gusta crecer donde el agua escurre o permanece un poco más.
Originaria de Europa, se ha naturalizado en gran parte del mundo, incluyendo casi todas las regiones de Argentina, especialmente en suelos no salitrosos.
Cómo usar la lengua de vaca en la cocina
La lengua de vaca puede comerse cruda o cocida, pero es importante saber que contiene oxalatos, por lo que conviene no aprovechar el caldo de cocción y evitar cocinarla en ollas de cobre.Algunas ideas para probarla: En ensaladas frescas, usando las hojas más tiernas (brotes). Macerada en agua con miel o azúcar: da una bebida similar a la limonada.Cocida en sopas, tortillas, soufflés o tartas. En salmuera, junto con pepinos. Como relleno de empanadas, albóndigas o pastas. Las semillas se pueden tostar y añadir a la granola o mezclar con harina para pan integral.
Valor nutricional de la lengua de vaca
Esta planta silvestre es muy rica en vitamina C (80 mg por cada 100 g), lo cual la convierte en un potente antioxidante y aliada del sistema inmune.También contiene: Beta caroteno (provitamina A) Ácido pantoténico y riboflavina (vitamina B2) Minerales: hierro (1,7 mg), calcio, fósforo, potasio y magnesio. Fibra natural, que favorece la digestión. Propiedades diuréticas y depurativas.Gracias a este perfil nutricional, ayuda a remineralizar el organismo, mejorar la piel y estimular el tránsito intestinal.
¿Dónde encontrarla y cómo recolectarla?
La lengua de vaca es fácil de identificar y suele crecer en zonas húmedas, fértiles, con sombra parcial, a la vera de acequias, caminos rurales, y bordes de huertas.
Recomendaciones: Recolectar hojas jóvenes y sanas, antes de la floración. Evitar lugares contaminados o cercanos a zonas fumigadas. No consumir en grandes cantidades si tenés cálculos renales (por su contenido de oxalatos). No cocinar en ollas de cobre.
Cierre salvaje
Caminar entre malezas y encontrar alimento es volver a un saber antiguo. La lengua de vaca, como tantos otros yuyos, nos invita a reconectar con lo simple y vital, a volver a la cocina viva, al contacto con el paisaje y sus sabores.
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